"Blackstar" es el último disco de David Bowie que nos sorprendió de nuevo el artista con sus dos nuevos videoclips que salieron a finales de diciembre del 2015 y que sorprendió por el cambio de estilo.
Parece ser que Bowie le gustó el estilo del saxofonista Donny McCaslin en una actuación que vió recientemente y tras escuchar el último trabajo de este músico, Bowie decidió reclutarle junto con otros músicos de jazz como Ben Monder (guitarra), el pianista Jason Lindner, Mark Guiliana (batería), Tim Lefebvre (bajo); junto con una pequeña colaboración de James Murphy a las percusiones y producido por el eterno Tony Visconti, que también hace de portavoz del artista.
Otro aspecto de que el disco cambia radicalmente de estilo, es por el cambio radical de su banda, ya que ya no tocan los músicos de sus últimos discos.
Así pues, el disco empieza por "Blackstar", un tema de unos 10m compuesto por 2 suites, destacando el saxo y los arreglos de cuerda, con un sonido oscuro llevándonos a un futuro apocalíptico (según el videoclip). Los temas "'Tis a Pity She Was a Whore", "Sue (Or in a Season of Crime)" se publicaron como single, pero fueron regrabrados donde personalmente me gustan más los arreglos del disco que del single. Los últimos temas del disco, son los más "pop" del disco donde destaca la electrónica y la influencia del drum ' bass de los 90s (de la cual se pudo escuchar en "Earthling").
Concluyendo, David Bowie nos sorprende de nuevo con un disco oscuro, jazzero, donde en ocasiones nos recuerda a su etapa experimental de los 70s pero con toques actuales.
Este disco no pretende ser comercial, ni mucho menos, ni si quiera accesible para un público acostumbrado a canciones fáciles y sencillas. Bowie, a sus 69 años recién cumplidos, tiene licencia de hacer la música que le venga en gana y se atreve a experimentar con lo que sea.
No sabemos si será su último trabajo o seguirá publicando discos, pero personalmente, un disco muy digno de escuchar.
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